viernes, 5 de diciembre de 2008

Oriente no es Occidente

Amin Maalouf, "Samarcanda". Madrid 2008, la 16ª edición.

Con la escusa de seguir la pista del manuscrito original de "Rubaiyyat" (cuartetas), el autor nos presenta una deliciosa biografía novelada de Omar Jayyám, matemático, astrónomo y poeta persa, uno de los intelectuales importantes de los siglos XI y XII, a caballo de los cuales vivió. Tiene dos partes, para mi, de desigual interés. La primera, la más larga, nos presenta al personaje  en el marco fastuoso de Oriente. Hay que ser oriental para describir con tal colorido las aventuras, crueldades y caprichos, intrigas y matices, de la corte del Califa. Al mismo tiempo, nos encontramos con las sectas del Islam, más sorprendestes y crueles de las divisiones del cristianismo. Es una prosa tan fluída que te encuentras envuelto por la sensualidad y la viveza cambiante de aquellos ambientes. Por el contrario, las páginas dedicadas a la época moderna de la historia del manuscrito me han resultado menos interesantes. 

1 comentario:

Peregrino dijo...

Poesía pura de Maalouf en su descripción del viaje del Manuscrito de Samarcanda, escrito por Omar Jayyam en los albores del siglo XI. La primera parte está ambientada en aquellos interesantes años, y narra las peripecias del autor, un sabio de la época, reconocido por su conocimiento, pero renegado muchas veces por su aparente falta de fe. Vive en una época como muchas otras de la historia, donde los integrismos y fanatismos amenazaban la libertad ee expresión. Sin embargo, es capaz de maniobrar en casi todas las circunstancias, para cobijarse bajo el poder del que mandaba ne cada momento, sin renunciar a sus ideales. Bonita historia de amor la que se nos narra junto a su amante primero y mujer después, Yahan, una inteligente mujer, poetisa, del harén de la sultana, a la que influye mucho. Se nos describen las múltiples intrigas de la Corte, las traiciones, las ambiciones de poder. Aparece como personaje secundario el fundador de la secta de los asesinos, Hassan Sabath, así como importantes personajes del poder musulmán de la época.
La segunda parte del libro nos describe fundamentalmente la Persia moderna, el Irán del siglo XIX y principios del XX, nuevamente sumido entre la intransigencia religiosa y la apertura a la modernidad, aunque siempre con reglas distintas a las que estamos acostumbrados los occidentales. la lucha por la democracia, hilada a través de otra historia de amor, quizá un poco menos verosímil (como intenta justificarse el autor con el final), pero atractiva en cualquier caso. Aprender, respetar, aceptar otra cultura, otra forma de ver y hacer las cosas, es imprescindible para entender cómo se ve el Bien en las culturas orientales.