jueves, 31 de mayo de 2007

A Man wiyhout a Country de Kurt Vonnegut

Desde que leí el comentario en 1mas1mas1 del fallecimiento de este autor, del que nunca había oído hablar, he estado buscando algún libro suyo. En el blog recomendaban "Desayuno de Campeones". No hay nada como no encontrar un libro para que se acreciente en mí el deseo de leerlo (he de reconocer, a mi pesar, que me pasa no sólo con los libros).
Pues bien, en mi último viaje a Boston, estuve un montón de horas en el aeropuerto, que dispone de una magnífica libreria, donde no solo encontre el mencionado, sino que me hice con dos más (por si acaso me gustaba el autor), A Man without a Country, y Slaughterhouse-five.

A man without a Country es la última novela del autor, una especie de memorias de las ideas del escritor. Por lo leído, se trato de un escritor que se definía como Humanista, ateo, que sin embargo está deseoso de poder creer en Dios. Reproduzco uno de sus pensamientos "I say of Jesus as all humanist do, If what he said is good, and so much of it is absolutely beautiful, what does it matter if he was God or not? But if Christ hadn't delivered the Sermon of the Mount, with its message of mercy and pity, I wouldn't want to be a human being. I'd just as soon be a rattlesnake".

Me pareció también muy interesante su comentario acerca de Hamlet, en especial cómo considera el speech de Polonio a su hijo, que muchos -y entre ellos yo- subrayan como un ejemplo de lo que deberíamos explicar a los nuestros, como de padres estúpidos.

Un libro de lectura fácil, con pensamientos controvertidos, muchos de ellos no compartidos, pero interesantes. Leeré los otros dos que compré.

Cometas en el cielo

Este libro me lo regaló Juan Mari hace un par de meses. La verdad es que andaba enfrascado en la lectura de la Divina Comedia, y se me estaba haciendo muy cuesta arriba. No tenía mucho más que leer, y me metí esa misma noche en materia. Es un libro que engancha desde la primera página. De prosa fácil, dibuja la historia de Afganistan de una manera preciosa. Pero lo que más me impactó fue su descripción de la amistad. Historia de dos amigos, uno rico y otro pobre, hijo de su sirviente. El rico lo tiene aparentemente todo, pero desde el principio demuestra que carece de seguridad. Se siente menos querido por su padre, y eso le fustra. El pobre, Hassan, además de tener un defecto físico, de no tener esperanza alguna de progreso, de pertenecer a una raza considerada inferior, es feliz, seguro de sí mismo. Estos dos personajes, su relación, la amistad inquebrantable de uno, la miedosa del otro, sus miserias y alegrías son descritos de manera que te metes en la piel de los protagonistas. Khaled Hossieni los acompaña además de un elenco muy interesante de personajes con una fortaleza y definición impresionantes. Como único pero pondría el personaje de Assef, un esteriotipo de malo malísimo que quizá no resulte del todo creíble.

En definitva, un libro que no hay que dejar de leer, en mi modesta opinión. Tanto me ha gustado que acabo de empezar el segundo libro, recién publicado de Hosseini, "A Thousand Spendid Suns", con la misma temática, pero con personajes fundamentalmente femeninos. Prometo crónica.