domingo, 20 de septiembre de 2009

Bajo el volcán, de Malcolm Lowry

Bajo el volcán es un gran libro de literatura pura, obra de un escritor maldito que narra la brutal autodestrucción del antihéroe Geoff Firmin, de la mano del alcohol. El libro cuenta un día clave en la vida de los tres protagonistas: el citado cónsul y los testigos de su caída: su mujer que vuelve –tarde- con la imposible intención de salvar su matrimonio (sumido ya en los vagos recuerdos y mareos del trago), y su hermano. Bajo el volcán es una novela de culto, sustentada en un bellísimo estilo literario lleno de poesía, que dibuja el escenario natural y rural del México profundo, rodeado de fantasmas y absurdos. En medio de este dibujo se destaca el relieve de la aciaga jornada del cónsul, un despojo de ser humano que mira hacia su pasado mientras se hunde en el devastador alcohol. El alcoholismo del escritor aporta gran credibilidad a las descripciones de la relación del cónsul con la botella, y el lector llega a sentir el mareo de los efluvios alcohólicos. Llega casi a vivir de primera mano la caída libre hacia la muerte, hacia la absurda nada. En este escenario y en esta historia, la presencia de la mujer y el hermano del protagonismo, que fracasan minuto a minuto en el intento de salvar la jornada y la vida del cónsul, humaniza y entristece el drama.

Este libro ha estado envejeciendo en mis estanterías desde hace más de una década, creo. He empezado a leerlo más de una vez, quedándome siempre en las primeras páginas. La retórica, los “flashbacks” y el alcohol, presente en todas las páginas del libro, hacen difícil su lectura. El verano (Gredos y Málaga, sobre todo) me han ayudado a conquistar esta dificultad, convertida en una gran satisfacción, con cierto regusto a mezcal.

1 comentario:

Nacho dijo...

¿Descenso al abismo? Paseo por el abismo.
Un libro escrito desde las entrañas.
Sorprende que Malcom Lowry pudiese escribir algo dadas las condiciones en las que se encontraba habitualmente, pero aquí demuestra lo contrario, haciendo patente la destrucción de un hombre, su propia agonía.
El ambiente atrapa, y hace sentir el calor calcinante de un México rural, olvidado y descarnado com0 la pesada mano de una resaca que conduce a la muerte.
Un gran libro.
Se recomienda su lectura con una copa de más.

Un abrazo.

Nacho