sábado, 22 de noviembre de 2008

Il Sempione strizza l'occhio al Frejus Il Sempione strizza l'occhio al Frejus by Elio Vittorini

My review

rating: 4 of 5 stars
He descubierto este autor y este libro por casualidad. De hecho, me ha costado una elevada multa por aparcar aparentemente en un vado. A pesar del enfado, creo que ha valido la pena, y además voy a recurrir la multa, que me ha parecido injusta.

Yendo al libro, se trata de una novela costumbrista, ambientada en el Milán de la postguerra. Describe una comida en una familia paupérrima, en la que el protagonista no suelta ni una sola palabra en todo el libro. A la misma asiste un invitado de excepción, otro ser marginado, solo en el mundo.

Impresiona la descripción de los personajes a través de los diálogos. Su fortaleza, su permanencia. Son personajes duros, castigados por la vida, pero tiernos a la vez. Sin duda, respetuosos con lo importante de la vida. Tienen sus debilidades, que no esconden. Nadie finge. Todos saben dónde están, por qué están. Incluso el mudo protagonista.

Somos introducidos magistralmente en el ambiente de la familia. Todos comemos ese pollo imaginario, esa chicoria diaria. Desgraciadamente, no apreciamos nunca la suerte que tenemos al encontrar patatas en nuestra mesa.

Como dice el autor en el epílogo, bien se podría haber titulado "Discurso sobre la muerte" o "De la importancia de vivir".

Interesante también la historia sobre los elefantes. Es una lástima que el autor no tuviese claro cómo concluir la novela. Seguro que lo hubiese hecho de otra forma. Sin perjuicio de ello, entre otras ideas del libro, me quedo con dos: la descripción de la búsqueda de cara ahumada del motivo de su vida, y la de la nobleza de los elefantes. Si se da la posibilidad de una discusión sobre el libro, las podemos comentar.

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3 comentarios:

Nacho dijo...

Podría existir la posibilidad de comentarlo si nos dieses más datos: Editorial; título en castellano; si está editado en España; etc., etc. y etc.

Un abrazo.

Nacho

juan mari dijo...

En castellano se chiama El Simplón guiña un ojo al Frejús, editorial Gadir. Lo compró Peregrino en la calle Serrano enfrente del 209 (lo sabe porque le costó una multa de 120 euros or aparcar en el maldito vado de ese número)

juan mari dijo...

En castellano se chiama El Simplón guiña un ojo al Frejús, editorial Gadir. Lo compró Peregrino en la calle Serrano enfrente del 209 (lo sabe porque le costó una multa de 120 euros or aparcar en el maldito vado de ese número)