La Peur by Gabriel Chevallier

My review

rating: 2 of 5 stars
Libro irregular que leí recomendado por el librero de Marcial Pons. Relata la historia de un joven que se enrola en las filas dl ejército francés al inicio de la Primera Guerra Mundial, desde el punto de vista de sus sentimientos. Obviamente, el más marcado es el del miedo. No queda claro si es un miedo ante la muerte, ante el dolor o ante el sinsentido de una guerra. El protagonista es capaz de situarse la mayor parte de la obra en la retaguardia de la vanguardia. Su función de correo o enlace la permite no entrar en batalla, y solo una vez se ve obligado a cargar contra e enemigo.

Destacable algún aspecto que el autor trata de manera marginal, como es la incompetencia y mediocridad en general de los mandos militares. Si lo pensamos, en este estamento esta característica de los que nos mandan es, si cabe, mucho más peligrosa que en la vida civil, ya que de sus decisiones pende la vida de muchos individuos, al ser estos enviados a una muerte cierta, por decisiones tomadas bien a la ligera, o bien sin reflexionar acerca de las consecuencias de las mismas.

Como en otras muchas instituciones, son los mediocres quienes progresan, si saben manejar los resortes adecuados. "...sólo detesto a los mediocres, a los necios, que a menudo se promociona, se convierten en poderosos. Mi patrimonio es mi vida, mi patria es lo que conseguiré ganar o crear..."

Desde el punto de vista del personaje, se trata de un individuo sin creencias especiales, sin ninguna relación afectiva que le haga desear volver a donde salió. Es un individuo solo, preocupado únicamente de su existencia, para la cual tampoco parece preocuparle su futuro. Vamos, que no se hace muy simpático al lector.

Destaco las principales reflexiones que he encontrado en el libro:

"¿La libertad?, la libertad está en el pensamiento, Shakespeare es una patria y Goethe otra. Yo me hago mi patria con mis afinidades, mis preferencias, mis ideas, y esto no es posible arrebatármelo, e incluso puedo difundirlo a mi alrededor".

En el mismo sentido destaca un pensamiento del denostado Renan: "Jesucristo reveló al mundo esta verdad: que la patria no lo es todo y que el individuo está por encima del ciudadano"

El miedo no es vergonzoso: es la repulsión de nuestro cuerpo (alma diría yo) ante aquello para lo que no está hecho.

El valor consciente comienza con el miedo

Los soldados: he observado que los más valientes son los de imaginación y sensibilidad más roma. Si los hombres de posiciones más avanzadas no hubieran sido acostumbrados por la vida a la resignación, a la obediencia pasiva de los miserables huiría. Y si los defensores de un puesto avanzado fueran todos unos nerviosos y unos intelectuales, la guerra dejaría de ser posible muy pronto.




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